La captura de Artemio representa la derrota militar de Sendero y por lo tanto la finalización de una larga guerra interna. Ahora solo falta consolidar la Paz en un país dividido y atormentado por el fantasma de la violencia armada. Ciertamente, una amnistía general no está en los planes del gobierno, pero tampoco sería un mal cálculo en el juego político que se presenta auspicioso para un gobierno nacionalista que pretende cohesionar a un pais dividido y fragmentado para desarrollar un proyecto de nación.

Despues de más de tres décadas de lucha interna en el país, las condiciones pintan favorables para levantar los laureles de la paz y reconciliación, en momentos en que Occidente es amenazado por la sombra de una Tercera Gran Guerra. No se necesita ser astrónomo o auscultar la alineación de los astros en este 2012, para darse cuenta que siempre será mejor recibido el mensajero que trae la paz, antes que el que nos trae la guerra. Con toda seguridad, quién traiga la paz se asegurará un sitio en el paraiso de los votos y en la memoria colectiva.

No resulta extraño por tanto, que en varias partes del mundo aparescan los portavoces de la paz, quienes abogan entre otras cosas por el desarme nuclear en Iran y un alto al armentismo mundial. Tal es el caso de los sionistas judios de Israel quienes ahora son los defensores de la paz en el mundo.

Con precisión de cirujano, podemos pronosticar que este año sera el Año de la Paz y la Reconciliación en el mundo. Tambien será el año de los falsos prófetas que aparecerán llenandose la boca de paz. No sería descabellado por tanto que el gobierno nacionalista mire una eventual amnistía general como una seria posibilidad para ganarse la simpatía de un gran sector de la población con mucha proyección a futuro. Nos referimos a los jóvenes.

El tema pasará, como todo, a un serio debate que ya se viene produciendo con presición milimétrica, y quizas antes que se produsca la esperada alineación estelar de nuestro planeta con el sol de la Via Lactea, estaremos viendo a muchos de los personajes tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda, caminando libres por Miraflores, esperando las 12 de la noche del 20 de diciembre para ver qué sucederá en el cielo limeño.