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Más cerca del cielo que de la tierra

Publicado: 2011-12-20

Lima, Dic. 20 (Prensa Crítica) En ningún otro momento de nuestra historia la promesa de la vida eterna y la amenaza de un cataclismo que acabe con la humanidad han propiciado el origen de un abanico de religiones como posibilidades viables para acceder al añorado pasaporte a la eternidad.

Esta fiebre religiosa que sacude a occidente solo es comparable a la diáspora política que sacude nuestra nación después de los últimos cambios en el gobierno de Ollanta Humala, incluido el nombramiento de la flamante ministra de la Mujer, Ana Jara, quien está más cerca del cielo que de la tierra.

Visto de ese modo, la variada gama de seguidores de la vida eterna originada por la amenaza del fin de mundo, solo es comparable a la variada gama de seguidores provocada por los cambios en el proyecto nacionalista de Humala, que parece encaminado (siempre a la derecha) hacia el acantilado más próximo.

Surgen así, nuevos seguidores con características comunes pero intereses particulares, surgidos de dos polos pre electorales bien definidos: los humalistas y los antihumalistas. Materia y antimateria. Como es evidente, el primer grupo a sufrido una división originando dos universos antagónicos, mientras que el segundo grupo primigenio sufrió similar Big Bang pero al revés.

En la materia, está el universo de los que apoyaron y ya no apoyan al gobierno por cuestiones obvias, de principios morales y de higiene mental. Gran parte, proviene de sectores populares (la gran mayoría) grupos progresistas de la capital y sectores de izquierda que depositaron sus aspiraciones en un gobierno de cambio.

Este universo comparte la materia con el universo de quienes todavía apoyan al gobierno ciegamente en una actitud que linda con la necedad. Aparentemente es una cuestión de principios y de lealtad, pero en el fondo hay una cuestión económica y de intereses particulares. Afortunadamente, este universo es un grupo minoritario que no compromete a la unidad de la materia y no constituye, por tanto, una amenaza a la continuidad de este universo. Actualmente, este grupo se encuentra en una etapa de efímero crecimiento, principalmente, debido al aterrizaje de nuevos "cuadros", disidentes oportunistas de otros partidos.

Por otro lado, se encuentra la antimateria, el lado oscuro, conformado por la derecha reaccionaria, que se ha separado en tantos grupos como intereses se mueven en este mundo.

- Están los que despotricaron contra el gobierno y ahora le tiran flores, caso de algunos fujimoristas y directivos de diarios como el Comercio.

- Quienes son más prudentes y todavía no quieren regalarse al gobierno, tal es el caso de algunos periodistas de la televisión, como Monica Delta y algunos ppkausas.

- También están quienes siguen creyendo que Humala es más rojo que nariz de payaso, así venda el lago Titicaca a los chilenos. Este tipo es el más reaccionario y fundamentalista de todos, por que introduce el tema racial y étnico en sus juicios, caso Aldo Mariátegui y los sectores ultraconservadores de nuestra política.

Esta tipología no busca otra cosa que identificar los diferentes tipos de creyentes y no creyentes del dogma del nuevo nacionalismo que se erige como panacea para la salvación del país, a fin de que nos sirva de guía en el entendimiento de los sucesos políticos y de las acciones de nuevos personajes como la flamante ministra Ana Jara, quien está más cerca del cielo que de la tierra.


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La Runa Mula

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