#ElPerúQueQueremos

Los cocineros indignados

Publicado: 2011-10-10

Mientras en Chile los indignados cuestionan el modelo económico, educativo y político, en el Perú nos indignamos porque nos copiaron la receta de la mazamorra, el pisco y el ceviche. Y mientras en otras partes, el mundo está pariendo a una nueva generación de ciudadanos indignados que arremeten contra el sistema capitalista a favor de los poderosos y no de los trabajadores, en el Perú florece rápidamente un ejército de cocineros indignados nacidos para defender a capa y espada el origen peruano de la “chanfainita” y la “papa la huancaína”.

¿Dónde están nuestros jóvenes indignados?

Al parecer, una gran parte se encuentra embobada frente al televisor, mirando los escándalos faranduleros o el último capítulo de "al fondo hay sitio". Para ellos la indignación cedió paso a la resignación, y no hay mejor frase que resuma ese sentimiento que el consabido "al fondo..."

Otro sector, más comprometido, se halla disperso en diversos movimientos que levantan diferentes banderas como los ambientalistas, los gay del MHOL, o los antitaurinos que reclaman los derechos de los toros, en una remolacha bulliciosa y colorida.

Mucho folklore y poca ideología si se lo asocia a una emergente izquierda en estado de ebullición que viene germinando indignados en varios países incluso en las dos cunas del capitalismo: Londres y Nueva York. Las protestas de los jóvenes en estas ciudades son casi las mismas que en Chile y en España: mayor acceso a los servicios de educación y trabajo de los jóvenes de las clases populares. Así mismo una crítica profunda a la desigual división internacional del trabajo y a la desocupación de los jóvenes. Una lucha de clases que está más vigente que nunca, enarbolada ahora, no por sus tradicionales actores de izquierdista, sino por los jóvenes del mundo que no necesariamente levantan la bandera del socialismo.

Sin embargo, la falta de una conciencia ideológica y programática puede hacer que estos movimientos corran el riesgo dispersarse y terminar en una manifestación folklórica de derechos ciudadanos o en esta suerte de nacionalismo folklórico que nos hace defender el origen de la carapulcra, haciéndonos olvidar que somos un país en donde la mayoría no tiene qué comer.

Corresponde a la izquierda peruana salir de su marasmo político y encauzar esta corriente espontanea de los jóvenes que tendrá su epicentro este15 de octubre, fecha en que los jóvenes del mundo tomaran las calles para cambiar el establishment. Solo entonces empezará la verdadera Gran Transformación.


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La Runa Mula

Más brava que la Mula