A estas alturas no sé a quién le debe estar yendo peor, a Aldo Miyashiro o a Aldo Mariategui.  A estas dos Marías Magdalenas de la televisión, la primera letra del apellido paterno les recuerda una mala palabra. Y todo por culpa de un infeliz barrista de m…

Si, de m… no hay otra palabra para calificar a ese desadaptado disfrazado de barrista, quien por  casualidad resultó ser conocido del primer Aldo, con quien compartía la fanaticada por el equipo crema, pasión que lo llevó a escribir un guión para una serie televisión muy violenta, en donde narraba las peripecias del antihéroe, Misterio, junto a extras que actuaban de delincuentes como el violento “Cholo Payet” que en la vida real no solo era cholo, sino delincuente profesional. ¿Ironías de la vida? o la carcajada de una ficción que ahora se materializa en la realidad. Quién siembra vientos recoge tempestades, reza el dicho. En el caso Miyashiro, las tempestades vienen de todos lados, desde la competencia televisiva encarnada en esa antiheroína de la televisión basura, llamada Magaly Medina, y de la  opinión pública.

El caso de Aldo Mariategui, a quien la m… nunca le sentó tan bien, es diferente. Su relación con el Misterio de la vida real, es más laboral, antes que emocional.  El inefable director del diario Correo, acostumbrado a demoler a personajes con furibundos editoriales y venenosas “carnecitas” sazonadas de cizaña y mala leche, ahora es devorado por la opinión pública por defender en su diario a un delincuente como David Sánchez-Manrique Pancorvo (Loco Misterio), principal acusado de la muerte de Walter Oyarce, cuyo paradero, es realmente un misterio.

De esta manera el diario Correo acostumbrado a ponerse la minifalda y la cartera para vender sus páginas a cualquier parroquiano, vuelve nuevamente a las andadas, pero esta vez pretende blindar a un verdadero delincuente. Este periodismo proxeneta podría tener sus horas contadas si las investigaciones determinan que Aldo intentó defender al cliente de su esposa, quien es una de las socias en la empresa ADN consultores, encargada de asesorar a David Sánchez, el Loco Misterio.

La suerte parece estar echada para estas dos marías magdalenas que hoy lloran arrepentidas por esconder bajo sus vestidos a delincuentes y barrabases como este Loco Misterio salido de la canera imaginación del chino Miyashiro.